Hoy ha sido mi primer día de clase. Todavía no sé muy bien si me alegro de ello o no. Por una parte odio tener que volver a ir a clase, madrugar, hacer trabajos, exámenes, me tengo que acustumbar al "Campus Virtual" australiano... Sobre todo habiendo tenido un verano tan corto (un mes escaso). Pero por otra parte me encanta. Y voy a contar por qué:
¿Os acordais de las películas americanas de universidad? ¿Esas en las que hay doscientos alumnos en un aula magna escuchando a un profesor? ¿Esas en las que hay 1001 facilidades para poder realizar correctamente todas las tareas? ¿Esas en las que los protagonistas discuten en clase sobre un tema determinado y donde te obligan a pensar y a cuestionarte las cosas? No sé cómo os pasará a vosotros pero cuando yo decidí que querá estudiar me esperaba algo parecido. Así que no os podéis imaginar mi decepción cuando vi que aquel maravilloso mundo de la UNIVERSIDAD era exactamente igual que el instituto. Solo que aquí no le regalan portátiles a nadie...
Bien, después de llevar tres años estudiando este sistema e ir dandote cuenta que no estás haciendo nada realmente nuevo, y seguir teniendo la misma sensación de que te lleven de la mano como cuando tenías 16, eso ha cambiado.
Aquí las cosas son distintas, y para que os hagáis una idea de a qué me refiero creo que es importante apuntar una cosa. Hoy, mi primera clase ha sido Principles of Public Relations, lo que viene a ser Relaciones Públicas y hemos dado exactamente lo mismo que el curso pasado dimos en clase con Carmen Cristófol. Punto por punto (así que nadie diga ahora que en esa asignatura no ha aprendido nada por culpa del profesor porque culpa suya no es: aparentemente no hay nada más allá). Y aunque todo ese rollo de que "las RRPP son una funcion directiva, deliberada, planificada de cominicación entre una organización y sus públicos" y Gruning y sus amigos ya me salgan por las orejas, no tiene nada que ver con cómo lo hemos aprendido en Málaga.
No quiero culpar a la UMA (bueno, quizá un poco sí) quiero culpar al sistema que nos imponen, esa manía de meternos entre algodones, y ahora con Bolonia la cosa va a peor... Aquí, cuando vas a clase, te meten en un auditorio con 300 personas de diferentes edades, cursos y carreras, tomas tus notas y te vas a casa. Luego, en las clases de prácticas se discute acerca de lo oído en la teoría, te mandan deberes, o resuelves dudas.
Esa es otra: los deberes. Los deberes aqui no son simplemente coger un libro y resumirlo, o rellenar una ficha con cuatro datos, aquí pretenden que llegues a tus propias conclusiones, que te informes, que investigues, que te busques la vida para escribir 1500 palabras sobre un tema en particular. (Eso es, por cierto, lo que tengo que hacer yo para la semana que viene... ¡Hola de nuevo Bernays!). Aquí no vale copiar y pegar, no vale solo citar a un autor, no vale con copiar la URL de la Wikipedia en la bibligrafía, aquí te piden que cites en el estilo de la universidad de Harvard, que, por cierto, aún tengo que averiguar cual es, y cuidado como no lo hagas, o como tengas errores tipográficos en el trabajo o dile adiós al aprobado. Aquí los profesores son REALMENTE profesores de universidad, no personas que se dedican a dictarte los apuntes en clase, son personas cultas y adultas y, lo mejor de todo, es que a ti también te tratan como tal.
Y aún así, prácticamente todo el mundo trabaja al mismo tiempo, todo el mundo se pasa el día de arriba para abajo, y todavía no he oído a nadie quejarse de lo dura que es la vida y, concretamente la universidad.
Pero claro, y ahora paso a la parte chachi :-) ¿De qué se van a quejar con 3 asignaturas por semestre? ¿Con 6 horas de clase a la semana? ¿Con 4 meses de vacaciones? ¿Con "breaks" de 3 semanas durante los semestres? ¿Con clubes y organizaciones de todo tipo, tanto deportivas como culturales? ¿Con eventos cada dos días? ¿Con servicio de seguridad personal? ¿Con salas de estudio que te dan ganas de estudiar? ¿Con ordenadores Apple en cada esquina? ¿Con 100 menús para elegir en la cafetería? ¿Con servicio de venta de libros de segunda mano? ¿Con gimnasio y pista de baloncesto propia? ¿Con sala de baile? ¿Con centro de medicina china? ¿Con pubs dentro de las facultades?... ¿Sigo?
Todavía no sé si el estudio aquí será fácil o no, no sé si la materia será más interesante o no, y aún, ni siquiera he conocido a mucho compañeros de clase. Puede que mi siguiente entrada la escriba llorando porque no soy capaz de terminar un trabajo... Pero, sinceramente, merece la pena.
Menuda envidia, vaya paraiso ;) ¡Tú puedes Laura!
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